Tres agencias del Sistema de Naciones Unidas –la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONU Mujeres– presentaron un estudio que analiza desde la perspectiva de género los modelos de seguridad social en Centroamérica y República Dominicana.
El informe “Combatiendo la desigualdad desde lo básico: piso de protección social e igualdad de género” concluye que las brechas de género son resultado de relaciones desiguales que ponen a las mujeres en situaciones de desprotección por el menor acceso a la seguridad social desde el mercado de trabajo, de vulnerabilidad por asumir casi exclusivamente las responsabilidades familiares del hogar y de exclusión social por tener menor acceso a los recursos y al poder. “La escasa inversión pública en salud, educación y seguridad social conlleva niveles altos de desprotección social que afectan más a las mujeres. Las brechas de género son resultado de las relaciones desiguales que ponen a las mujeres en situaciones de desprotección por el menor acceso a la seguridad social desde el mercado de trabajo, de vulnerabilidad por asumir casi exclusivamente las responsabilidades familiares del hogar y de exclusión social por tener menor acceso a los recursos y al poder”, cita el documento.
Según datos brindados, en El Salvador, de cada 100 mujeres en edad de trabajar solo 47 participan en la economía formal del país, mientras que son 82 hombres por cada 100. En la zona rural la situación se agrava, puesto que sólo 35 de cada 100 mujeres tienen trabajos regulados, frente a 87 hombres de cada 100.
Asimismo, son más las mujeres que trabajan en subempleos, es decir, que desempeñan trabajos por debajo de sus capacidades y peor remunerados. Esto le ocurre al 46% de las mujeres salvadoreñas y al 37% de los hombres. Por cada dólar que reciben los hombres, las mujeres solo perciben $0.82. “Todo esto es producto de un sistema sociocultural discriminatorio”, enfatizó Richard Barathe, Representante Adjunto del PNUD en El Salvador.
El informe tiene como planteamiento central el derecho humano a la seguridad social y habla del piso de seguridad social como un conjunto de derechos que deben estar garantizados a toda la ciudadanía independientemente de su contribución al Estado.
Este análisis del piso de protección social en Centroamérica y República Dominicana se centra fundamentalmente en las garantías básicas de la seguridad social, pero también integra la salud materna e infantil, la protección económica básica para las mujeres en el embarazo, parto y postparto, y el cuidado de las personas dependientes y personas menores de edad, como elementos indispensables de la seguridad social.
“La seguridad social será la herramienta central que permitirá cerrar una de las mayores brechas que tenemos como sociedad: la desigualdad de género. Esto vale especialmente en El Salvador, donde la mayor parte de los habitantes son mujeres, 53 por ciento; donde gran parte de la fuerza laboral que mueve la agricultura, la industria y el comercio son mujeres; donde el sostén de los hogares, principalmente, reside en ellas”, dijo la Secretaria de Inclusión Social, Vanda Pignato.
En el informe se analiza el contexto actual de cada país y se desarrollan propuestas para concretar las estrategias a cada situación, teniendo en cuenta los planes vigentes y la capacidad fiscal para identificar las brechas de protección, evaluar los costos y la sostenibilidad de las opciones. De este análisis se proponen medidas específicas para que cada país constituya su piso nacional de protección social.
Además de lanzar este informe, las tres agencias del Sistema de Naciones Unidas se reunieron con personal del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (Isdemu), la Secretaría Técnica de la Presidencia y el Grupo Parlamentario de Mujeres, entre otras instancias de carácter público para estudiar las medidas que habría que adoptar en El Salvador para alcanzar este piso de protección social.
Se espera que esta propuesta sea de utilidad en las estrategias para prevenir y reducir la pobreza, la desigualdad, la exclusión y la inseguridad social en la región. |